A la hora de vender una propiedad, muchas casas “se queman” en los portales ya que pasan meses e incluso años y la casa no se vende, el vendedor se desespera y empieza a buscar los culpables del fracaso.
Pero sólo cuando seamos conscientes de que se trata de 3 factores los que determinan si se va a vender o no, y de que cada uno depende exclusivamente del responsable de cada factor, es cuando el éxito está asegurado.
Siempre escuchamos decir al vendedor “el precio lo pongo yo, por algo soy el propietario”. Pero no es así, el precio lo marca el mercado, el famoso juego entre oferta y demanda.
El propietario si tiene el poder de aceptarlo o negarse a la realidad.
El segundo factor es el estado de la casa: de nada sirve un precio de venta correcto, si la propiedad no se presenta en sus mejores galas. Una casa tiene que enamorar al igual que una mujer o un hombre cuando esta buscando el amor. Esta responsabilidad recae únicamente en el vendedor. Además, con la ayuda de un buen HOMESTAGING no hay nada que impide que la casa encuentre nuevo dueño.
Y, por último, es muy importante que elijas a un agente que realmente sabe lo que hace, que dispone de amplios conocimientos, de suficientes recursos humanos y de las herramientas más adecuadas para conseguir la máxima difusión de la propiedad, sin sobresaltos y con la mayor satisfacción del cliente.
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